Plan de Convivencia

Atendiendo a nuestros fines educativos, a nuestra misión, visión y valores, hemos elaborado un Plan de convivencia para el centro que vertebra y abarca toda la actividad educativa en el mismo, como corresponde por el hecho de que trabajamos a cada momento por lograr la formación integral de la persona, mediante el desarrollo armónico de sus potencialidades físicas, psicológicas, socioculturales y transcendentes. Todo ello, en colaboración con las familias que libre y voluntariamente nos han confiado la educación de sus hijos y en un ambiente de familia, característica fundamental de toda obra evangelizadora del Instituto Secular Cruzada Evangélica.

Para favorecer esta formación integral de los niños y adolescentes, que se ha convertido en el centro de nuestra tarea y misión, es necesario que en el colegio reine un clima de trabajo, cooperación y respeto. Para ello todos los componentes de la comunidad educativa han de aceptar las normas de convivencia establecidas y comprometerse a respetarlas.

Es un objetivo primordial de nuestro Centro lograr un clima de convivencia basado en el respeto y en la comunicación fluida, abierta y sincera entre todos los miembros de la Comunidad Educativa y finalmente instaurar una cultura de paz entre todos. Este reto debe ser un principio básico para todos.

Para esta tarea tan enriquecedora, contamos en el centro con la ayuda de una Comisión de Convivencia con representantes de los distintos grupos de la comunidad educativa, comprometida en esta labor y favorecedora de instaurar progresivamente ese ambiente de paz.

Gracias a las actividades que se realizan en Convivencia, los alumnos son capaces de llegar a  los focos importantes de conflicto, trabajar con sus iguales y ver en ello una oportunidad de mejora en el día a día.

Para ello, contamos con la ayuda de nuestros referentes Doroteo Hernández y Ascensión Sánchez, que nos dejaron en herencia un estilo educativo pedagógico basado en la ayuda y amor al prójimo, especialmente al más necesitado, como reflejo del amor de Dios, alejándonos de un modelo meramente punitivo y dando la bienvenida a acciones restaurativas para favorecer la reflexión y buscar solución a lo ocurrido.

Con nuestro Plan de convivencia, contribuimos, desde el humanismo cristiano, al desarrollo máximo de cada alumno en todas sus dimensiones y resaltamos los valores que formarán la estructura fundamental de todo el desarrollo pedagógico. Procuramos que estos valores se conviertan en vida, promoviendo las actitudes relacionadas con ellos, de forma que creen en nuestros alumnos un estilo de afrontar la vida.